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domingo, 28 de agosto de 2011

Fuese León o Fuese Oso

1 Samuel 17: 31-40

Fuese León o Fuese Oso
                En los casos que tenemos dificultades para avanzar o tomar decisiones en nuestras vidas, como era el caso de los Israelitas en esta historia, podemos encontrar muchos factores. Muchos emocionales, otros de temor, pero el verdadero factor que nos detiene ante las adversidades es la falta de fe, la falta de confiar en el Señor.
                No tenemos la capacidad de ver hacia atrás como lo hizo David y observar las cosas maravillosas que Dios ha hecho en nuestras vidas, como nos ha cuidado, como nos ha dado las fuerzas para prevalecer, como nos ha ido moldeando poco a poco para que podamos ver más allá de las dificultades que se nos presentan en la vida.
Dios siempre sabe la magnitud de nuestro problema, ha permitido esta prueba en este momento en tu vida y quiere ver cuál es tu respuesta.
                Hoy volvemos a David, específicamente en el preámbulo de la batalla contra el gigante Goliat. A penas se entera de lo que está sucediendo, que el enemigo está ofendiendo al pueblo de Dios, su alma y su espíritu se remueven en su interior, siente ira, dolor, frustración, al ver como todo un pueblo se ha quedado 40 días parado frente a un mismo problema sin haber hecho absolutamente nada.
I.                    Nuestra Actitud 
V. 31-32  Fueron oídas las palabras que había dicho David,  y se lo contaron a Saúl,  que lo hizo venir.  (32)  Dijo David a Saúl:  -Que nadie se desanime a causa de ese;  tu siervo irá y peleará contra este filisteo.

Cuando nos enfrentamos a un problema o un “gran” problema, nos amedrentamos, tomamos esos 40 días tal vez más, pensando ¿Qué voy a hacer ahora?, podemos tener todo lo que necesitamos física, material, mental o espiritualmente, para comenzar esta batalla, pero no estamos conscientes de esto.
Nuestra actitud, en la mayoría de los casos, es aquella que tuvo el pueblo de Israel durante todo ese tiempo, asustados, desfallecidos, deprimidos, desesperanzados, frustrados. Pero las palabras de David fueron: “que nadie se desanime”
Esto es lo que el Señor nos quiere decir, “que NADIE se desanime”, ya el vino y peleó esa batalla por nosotros, lo que debemos es tener la convicción y la fe de que esto es así. La actitud correcta es apegarnos a nuestra fe. No desanimarnos, todo lo contrario estar dispuestos a pelear nuestras batallas.
David no era un hombre especial porque era un ungido de Dios, el era un ungido de Dios porque era un hombre especial.
Su corazón anhelaba servir al Señor, su vida estaba centrada en la palabra de Dios, su accionar en la vida era una muestra de que Dios era el sustentador, estaba claro que nada de lo que él había hecho o logrado en su vida, aun fuera en lo más escondido mientras pastoreaba las ovejas de su padre o lo que estaba seguro podría lograr contra este filisteo, lo pudo haber logrado sin la ayuda del Dios Viviente.

II.                  Consciente de Nuestra Realidad
1 Samuel 17:33-35  Dijo Saúl a David:  -Tú no podrás ir contra aquel filisteo,  y pelear con él,  porque eres un muchacho,  mientras que él es un hombre de guerra desde su juventud.  (34)  David respondió a Saúl:  -Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre.  Cuando venía un león o un oso,  y se llevaba algún cordero de la manada,  (35)  salía yo tras él,  lo hería y se lo arrancaba de la boca;  y si se revolvía contra mí,  le echaba mano a la quijada,  lo hería y lo mataba.

a)      La Realidad Humana, es la que entiende que no podemos sobrepasar las dificultades y los problemas que se nos presentan, la realidad humana está totalmente limitada a una caja ósea que le llamamos cabeza, nuestra realidad no puede ser más grande que nuestra cabeza. De ninguna manera.
b)      PERO la Realidad de Dios, es más grande que nuestra cabeza, es más grande que nuestro entendimiento, es más grande que el entendimiento del rey, es más grande que el entendimiento de nuestros líderes, es más grande que nuestro cuerpo, es más grande que nuestro momento, es más grande que nuestro tiempo, es más grande que nuestro problema, es más grande que nuestra preocupación.  La realidad de Dios es más grande que este universo. Por eso dice su palabra :

Filipenses 4:13  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Romanos 8:31 Sí Dios en con nosotros ¿quién contra nosotros?
                David  estaba consciente de la realidad de Dios. Estaba seguro que Dios libraría esa batalla, sabía lo que Dios había hecho en su vida, en su soledad, en el menosprecio por parte de su familia, con hermanos y padre que no valoraban más que su capacidad de pastorear las ovejas, que no fue tomado en cuenta cuando Samuel andaba buscando el nuevo Rey, en resumen David podía considerarse un “Marginado”. Esa era la realidad humana, pero David vivía su vida no en esta realidad, vivía su vida en la Realidad de Dios, así lo demostró en toda la vida.
                David responde a la sentencia de Saúl “No puedes luchar contra este filisteo” “no estás preparado”, no estaba preparado físicamente, eso fue lo que Saúl pudo ver, que David no tenía la capacidad física, ni el entrenamiento necesario para luchar contra esta adversidad.
                Vrs. 34-35.
1.       Reconoce la magnitud del Problema. Cuando venia el oso o león y tomaba algún cordero de la manada. Es decir que el oso o el león venía hambriento, furioso, sin raciocinio, dispuesto a lo que sea y sabiendo de su fortaleza, venía dispuesto a satisfacer su necesidad de hambre.
2.       Enfrenta el Problema. David salía a su encuentro, trataba primero de herirlo. A ese feroz animal hambriento, el corría detrás de él y trataba de  herirlo para que la soltara y poder salvar UNA SOLITA ovejita. 
3.       El Problema puede Empeorar. En algunas ocasiones el animal no se iba corriendo luego de la herida, el hambre no lo dejaba, me imagino que pensaban igual que Saúl a este “muchacho” me lo como yo.
4.       El Problema toma Nueva Dimensión. Si el animal se levantaba contra él, el problema  se hacía aun más grande (cuando un oso se para se vuelve más grande y tiene más herramientas, las garras los brazos y la boca)
5.       Enfrentando el Problema con Sabiduría. David se le lanzaba arriba lo agarraba por la boca, la mandíbula (maxilar inferior). Lo inutilizaba, un animal que utiliza su boca para atacar, si es tomado por la mandíbula lo inhabilita y lo distrae, solo se concentra en tratar de liberar su boca nuevamente y en esta lucha David aprovechaba y acababa con el Problema.   (Se lanza al problema, se enfrenta al problema, lo toma por su lado débil, y lo elimina)

III.                ¿Qué Tan Grande es el Problema?
1 Samuel 17:36-37  Ya fuera león o fuera oso,  tu siervo lo mataba;  y este filisteo incircunciso será como uno de ellos,  porque ha provocado al ejército del Dios viviente.  (37)  Jehová -añadió David-,  que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso,  él también me librará de manos de este filisteo.   Dijo Saúl a David:  -Ve,  y que Jehová sea contigo.

Salmo 37:25  Joven fui y he envejecido,   y no he visto justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan.

                ¿Quién va a pelear esta batalla? David está consciente de todo lo que ha hecho, lo que ha logrado, pero lo más importante David SABE lo que Dios puede hacer en su vida.
                ¿Es del tamaño de un LEON o del tamaño de un Oso o del Tamaño de un Gigante? Y que importa no es usted que va a pelear esa batalla. El ejército del Dios viviente es el que va a pelear por ti, por nosotros, por nuestra iglesia, por nuestros miembros, por nuestros líderes. Dios nos da la sabiduría para entender ese problema, Dios nos da las agallas para enfrentarnos a ese problema, Dios nos da la serenidad para analizar nuestra situación, Dios nos da las fuerzas para atacar ese problema, PERO sobre todas las cosas Dios nos da LA VICTORIA sobre nuestra situación.
Dios que libró a David de las garras del león y del oso, y que también lo libró del Gigante filisteo, ese mismo Dios en el que nosotros hemos depositado nuestra entera confianza está dispuesto a librarnos de cualquiera que sea nuestro león, nuestro oso, nuestro gigante. Permite que Dios te libere de esto, abre tu corazón, dispón tu mente, tu cuerpo y tu esfuerzo para que ese problema que te está alejando de la presencia del Señor y de la comunión con El sea eliminado por el ejército del Dios Viviente.
IV.                Seremos Cargados, Burlados y Atormentados
1 Samuel 17:38-39  Saúl vistió a David con sus ropas,  puso sobre su cabeza un casco de bronce y lo cubrió con una coraza.  (39)  Ciñó David la espada sobre sus vestidos y probó a andar,  porque nunca había hecho la prueba.  Y dijo David a Saúl:  -No puedo andar con esto,  pues nunca lo practiqué.  Entonces David se quitó aquellas cosas.
 Los problemas querrán ser solucionados por nosotros mismo o buscaremos los consejos que nos abran paso a la solución de estos problemas. Cuando esto sucede solo nos sentimos cargados, no podemos ni siquiera dar un paso más hacia la solución.
¿Cuál fue la solución de David? Confiar en el Señor por entero.
V.                  Apegados a las Promesas
1 Samuel 17:40  Luego tomó en la mano su cayado y escogió cinco piedras lisas del arroyo,  las puso en el saco pastoril,  en el zurrón que traía,  y con su honda en la mano se acercó al filisteo.

David en el v. anterior termina quitándose la armadura y dice no puedo con esto porque NUNCA lo practiqué.
Pero ¿Qué era lo que practicaba David? 
1.       Practicaba su confianza en el Señor
2.       Practicaba los dones que Dios le había suministrado
Practicaba la Fe en el ejercito del Dios VIVIENTE