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martes, 30 de junio de 2009

BUSQUEDA Y RESCATE


Tomado de Nuestro Pan Diario.

LEA: Lucas 19:1-10

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido. —Lucas 19:10
Casi cada semana vemos noticias acerca de alguna misión de búsqueda y rescate. Puede que se trate de algún niño que se alejó durante un almuerzo campestre familiar y se extravió, o un excursionista que se quedó aislado en alguna montaña, o personas atrapadas bajo los escombros luego de un terremoto. En cada caso, las personas en riesgo son incapaces de ayudarse a sí mismas. Por lo general, los que fueron encontrados y salvados muestran una gratitud perdurable por aquellos que se unieron a la búsqueda y les rescataron.
El relato de Zaqueo en Lucas 19:1-10 es una historia de búsqueda y rescate. Puede que a primera vista parezca una serie de casualidades. Jesús estaba pasando por Jericó y un rico publicano trepó a un árbol para echarle un vistazo al Maestro obrador de milagros. Pero este encuentro con Jesús no fue una coincidencia. Al final del relato, Lucas deliberadamente incluyó las palabras de Jesús a Zaqueo. «Hoy ha venido la salvación a esta casa… Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido». (vv. 9-10).
Jesús comenzó Su operación de búsqueda y rescate en la tierra por medio de Su vida, muerte y resurrección. Él sigue realizándola hoy por medio del poder del Espíritu Santo y nos invita con Su gracia a participar con Él amando a aquellos que están perdidos. —DCM

jueves, 25 de junio de 2009

Cristianismo zombi; más que una preocupación una alerta...


Mateo 5:14-16

5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
5:15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.


No se sabe como murieron pero si como se convirtieron en zombis, estos cristianos llevan ministerios, son líderes, cabezas de ministerios, hacen vigilias, apoyan las actividades del cuerpo de Cristo Pero, cuando están solos su comunión con Dios no existe.

¿Como puede pasar esto?

Simple, algo en sus vidas no esta bien, tal vez se deslizaron en lo secreto ahí donde solo el Señor los ve, tal vez se les fue el primer amor y se secaron, o como diría un hermano “son de la secreta”, estos cristianos ejercen bien el ministerio pero su comunión esta muerta aparentan estar bien espiritualmente pero no lo están.


Peligro……..

El Señor nos llama a ser luz suena muy bonito pero como describiríamos los que es andar en la luz, el cristiano que anda en luz, peca pero se levanta, llora, se humilla y es levantado, aprende a depender de Dios y se da cuenta de que es polvo “menos que nada” como diría el salmista David.

Recuerdo uno de los temas de un campamento de jóvenes (Koinonia) de mi congregación Misión Bíblica, el tema REBELDES CON CAUSA impartido por Rafael Pérez (pezmundial.com).
El hablaba de Romanos 12:1-3 y este nos instaba a como dice este versículo a no amoldarnos al mundo, a ser diferente en otras palabras rebeldes cuya causa era llevar la cruz de Cristo cada día en nuestras vidas.



Aquí viene la alerta!!

Sin santidad nadie vera al Señor un versículo que retumba en mi mente, la vida cristiana no es fácil el cristiano es tentado a cada momento y debemos saber que sobre todas las cosas el Señor nos ve y sobre todas las cosas seremos juzgados.
Si frente a los demás aparentamos que llevamos una relación con el Señor y no es así solo nos engañamos a nosotros mismo, alerta alerta!!…


En estos últimos tiempo he estado viendo un fenómeno en el pueblo de Dios y es el cristianismo Light, personas que conocen y sirven al Señor dentro del templo pero afuera de este su testimonio esta muerto, alguien me dijo estas palabras “bueno eso no es nada que tu lleves tu vida normal en el mundo lo importante es tener una relación espiritual”
Solo pensé OK, bueno…bueno…
El Señor nos llama ser luz no podemos comportarnos peor que las personas que no conocen del Señor, uno como cristiano tiene un testimonio que guardar tal vez no nos hemos dado cuenta pero cuantas personas podrían venir al Señor por nuestro buen testimonio pero así cuantas se alejarían por un mal testimonio…

La palabra no se equivoca cuando dice que no podemos servir a dos señores porque amaremos a uno y aborreceremos al otro.

No nos engañemos, Dios no puede se ser burlado.


La buena noticia:

El Señor tiene el antidoto que puede hacer que dejemos de ser zombis, pero para que ese antídoto funcione debemos negarnos a nosotros mismo, empezar a caminar con el Señor de la manera correcta, no solo con nuestras fuerzas sino con las de él.


Señor ayúdanos a ser como los Salmones que nadan contra la corriente para poder sobrevivir, que a pesar de nuestras debilidades llevemos una vida que te honre que seamos luz en medio de las tinieblas que nuestro testimonio sea tan fuerte que otros vengan a ti por el, que tu Espíritu Santo nos redarguya y siempre danos las fuerzas para cargar nuestra cruz cada día.



Busquemos ese antídoto hoy……………

miércoles, 24 de junio de 2009

PROBLEMAS DE POSTERGACION

(Tomado de Nuestro Pan Diario)

LEA: Romanos 12:4-13

En un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función. —Romanos 12:4
Muchos de nosotros luchamos con ellos —los problemas de postergación. Un catedrático de la Universidad de Calgary en Alberta, Canadá, estudió durante cinco años el problema de dejar las cosas para más tarde e informó de que el 95% de nosotros pospone hacer una u otra cosa. ¡Una estimativa mostró que los estadounidenses pierden aproximadamente 400 millones de dólares al año posponiendo la declaración de sus impuestos! Debido al temor al fracaso y otras inseguridades, esperamos y esperamos antes de iniciar un proyecto o tomar una decisión.
Dejar las cosas para más tarde también es un problema en la iglesia. Muchos de nosotros posponemos el servir a Dios. Sabemos que debemos alcanzar a los demás, pero nos sentimos inseguros o preocupados en cuanto a qué hacer. Debido a que no estamos seguros de nuestros dones o intereses, postergamos nuestra participación en la iglesia. Nos preocupamos pensando: ¿Qué pasa si hago un mal trabajo? ¿Qué pasa si descubro que ni siquiera puedo hacerlo?
Romanos 12 nos da algo de aliento. El hecho de servir comienza por presentarnos ante Dios como un «sacrificio vivo» (v. 1). Ora y entrégate de nuevo al Señor y a Su obra. Luego mira a tu alrededor y ve lo que los demás están haciendo en tu iglesia, y pregunta si puedes unírteles. Comienza por algo pequeño si así lo necesitas, y prueba haciendo varias cosas.
Tu iglesia te necesita. Pídele a Dios que te ayude a vencer tus problemas de postergación. —AMC

sábado, 20 de junio de 2009

LOCOS RELIGIOSOS

(Tomado de Nuestro Pan Diario)

LEA: Mateo 10:16-22

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. —Colosenses 4:6
Tengo un amigo al que invitaron a una cena y le sentaron junto a un agresivo incrédulo que se deleitaba en hostigar a los cristianos.
Durante toda la velada, el hombre acosaba a Mateo sin misericordia acerca de los males de la cristiandad a lo largo de la historia. Con cada insulto, mi amigo calmadamente respondía: «Ese es un punto de vista interesante». Y luego le hizo una pregunta que provocó un auténtico interés en el hombre y desvió la conversación llevándola lejos del asunto que dividía a ambos hombres.
Cuando al final de la cena ya estaban a la puerta para despedirse, el hombre disparó un golpe final y en ese momento Mateo le pasó el brazo por los hombros y riendo entre dientes le dijo: «Amigo mío, toda la noche te la has pasado tratando de hablarme de religión. ¿Acaso eres uno de esos locos religiosos?»
La animosidad del hombre se disolvió en un estallido de risa y luego se puso serio, por cuanto efectivamente era un loco religioso. Todos los seres humanos lo son. Somos insaciable e incurablemente religiosos —perseguidos y acosados por el incesante amor de Dios, aunque puede que intentemos mantenerle lejos de nosotros. La amabilidad y el ingenioso humor de Mateo despertaron el corazón de este hombre para que pudiera ser receptivo al Evangelio.


Hemos de ser «prudentes como serpientes» (Mateo 10:16) al lidiar con no cristianos, hablándoles «con gracia, sazonada con sal» (Colosenses 4:6). —DHR

lunes, 15 de junio de 2009

CARCEL A TODO LUJO

Por el hermano Pablo
(Un mensaje a la conciencia)
El apartamento fue especialmente diseñado. Un arquitecto elaboró los planos: dos cuartos bien amplios, dos compartimientos para vestirse, un baño completo instalado a todo lujo y un balcón que miraba a un valle florido. Y todo esto con calefacción para los días fríos y refrigeración para los calientes. Pero este no sería un apartamento de soltero millonario; ¡había de ser una prisión! Uno de los grandes traficantes de drogas se lo hizo preparar para él mismo al reconocerse convicto de narcotráfico. Era una prisión bellísima, eso sí, pero prisión de todos modos.
Las cárceles siempre han tenido fama de horrorosas. Siempre han sido frías, oscuras, plagadas de ratas, cucarachas, telarañas y murciélagos. Han sido lugares de dolor, de lágrimas, de amarguras, de frustraciones. Todas las cárceles son así, excepto la de este hombre. La de él era cárcel de lujo, cárcel como para vacaciones, cárcel para darse gusto. Pero no dejaba de ser cárcel. Podía ser de lujo. Podía tener de todo. Pero le faltaba lo principal. Le faltaba la libertad.
El ocupante de una cárcel semejante puede mirar cómo vuelan las aves por el valle florido, pero no puede seguirlas en sus vuelos. Puede ver correr el arroyuelo por entre vegas verdes, pero no puede refrescar los pies en él. Puede contemplar los grandes aviones que vuelan por encima, pero no puede, aun con todo el lujo de su cárcel, hacer un solo vuelo. Tal persona está presa, y no hay para ella libertad.
Sin embargo, la carencia de libertad no se limita al interior de una cárcel. Se puede también estar fuera de la cárcel y tener de todo en este mundo, pero ser, como quiera, el prisionero más cautivo que existe.
Aparte de las prisiones más conocidas, como lo son la tribulación de pasar toda la vida en una silla de ruedas, o el tormento de deudas serias por descuidos comerciales, o la amenaza de enemigos políticos por maniobras refractarias, hay otra cárcel todavía más severa. Es la cárcel de la inseguridad espiritual.
Sabemos que hay un Dios. Sabemos también que llegará el día de confrontación con nuestro Creador. Y sabemos que no vivimos preparados para ese encuentro. Esta es una severa cárcel espiritual. Podemos creer que no existe ningún Juez divino, o que no tendremos que comparecer ante Él, o que ese día de juicio está muy lejos. Pero por alguna razón inexplicable, no se nos quita de encima la inquietud.
Ya es hora de que salgamos de esa cárcel. La puerta está abierta. La abrió Jesucristo con la llave de su sacrificio. Sólo tenemos que reconciliarnos con Dios, y se disolverán la culpa, el temor y la ansiedad en la que estamos encerrados. Aceptemos la libertad que nos ofrece Cristo. De hacerlo así, en lugar de conformarnos con una prisión a todo lujo, podremos darnos el lujo de disfrutar de una libertad sin igual.

lunes, 8 de junio de 2009

EL DESCANSO, UNA NECESIDAD

Por Bienvenida Gonzalez
(Tomado de Alimento para el Alma)


"El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo, y reposó…"
Génesis 2:2

Si el trabajo tiene su bondad, el descanso es una necesidad. Cuando los seres humanos piensan y actúan centrando su vida alrededor del trabajo, entonces están frente a la posibilidad de una conducta adicta.

¿En qué punto de la agenda está el descanso? Qué tiempo se dedica al descanso? Estas preguntas sugieren una aplicación de la voluntad, una acción consciente: disposición para el descanso.

El descanso es una actividad que procede de Dios; por lo tanto, tiene una implicación espiritual. El mismo marcó el punto de partida. El autor del Génesis así lo señala: … y reposó el séptimo día de todo cuanto había hecho. ¡Que hermoso legado! Con un mensaje claro, después del arduo trabajo, precisas descansar.¿ Qué persigue nuestro Dios con el descanso? Es de tanta importancia para él que lo concibe también en su plan de redención

El Salvador garantiza dar descanso total a todos los que están trabajados y cargados; incluyendo lo interno del ser humano, su alma. (Mateo 11:28,29)

El descanso es una necesidad. La persona que desatiende descansar en lo más concreto, que es su cuerpo, con dificultad canalizará el descanso para su alma. ¿Qué concepto tiene usted sobre el descanso? ¿Lo ve como una pérdida de tiempo, o como una necesidad de su cuerpo, mente y espíritu?

Gracias a Dios por habernos dotado de una serie de indicadores corporales y mentales, los cuales en su noble tarea, declaran los niveles de cansancio que experimentamos.

Dios nos ayude a dedicar el tiempo requerido para descansar.

jueves, 4 de junio de 2009

¿VIDA O MUERTE?

(Tomado del Aposento Alto)

Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes..-Deuteronomio 30.19 (VPEE)
HACE poco tuve la oportunidad de aprovecharme del error de una tienda, al recibir dos sillas en lugar de una que había comprado. Me hubiera gustado una silla adicional y el repartidor la hubiera dejado. Pero acababa de leer Deuteronomio 30.19, y reflexioné en la decisión entre la vida y la muerte.
Me preguntaba por qué Dios diría algo tan obvio. ¿Quién escogería la muerte en lugar de la vida, o maldiciones en lugar de bendiciones? Pero lo que no reconocí fue la relación entre las faltas morales y la muerte espiritual. Creo que algo en nosotros/as muere cuando tomamos decisiones que son antiéticas, inmorales y deshonestas. Quizás no lo sabemos en el momento, pero eventualmente sentimos menos gozo, menos paz, menos esperanza, menos fe. Una pesadez sutil invade nuestra alma.
Dios siempre nos pide que hagamos lo que es bueno para nosotros/as. Cuando escogemos hacer lo correcto, escogemos la vida; cuando escogemos lo incorrecto, escogemos la muerte. A veces, obedecer a Dios parece privarnos de oportunidades buenas. Pero, al final, obedecerle es la opción que nos lleva a la vida. Es una opción que merece la más seria consideración.

Sra. Mary Manson (Ontario, Canadá)

lunes, 1 de junio de 2009

ESCALOFRIANTE

ABRAMOS LOS OJOS.
Por Carlos Rey.
(Un mensaje a la conciencia)


Se oía la respiración de la noche.... Al cruzar una calle, sentí que alguien.... se acercaba.... Intenté correr. No pude.... Antes de que pudiese defenderme, sentí la punta de un cuchillo en mi espalda y una voz dulce:
—No se mueva, señor, o se lo entierro.
—¿Qué quieres?
—Sus ojos, señor —contestó la voz suave, casi apenada.
—¿Mis ojos? ¿Para qué te servirán mis ojos? Mira, aquí tengo un poco de dinero.... No vayas a matarme.
—No tenga miedo, señor. No lo mataré. Nada más voy a sacarle los ojos.
—Pero, ¿para qué quieres mis ojos?
—Es un capricho de mi novia. Quiere un ramito de ojos azules. Y por aquí hay pocos que los tengan.
—Mis ojos no te sirven. No son azules, sino amarillos.
—Ay, señor, no quiera engañarme. Bien sé que los tiene azules.
—No se le sacan a un cristiano los ojos así. Te daré otra cosa.
—No se haga el remilgoso —me dijo con dureza—. Dé la vuelta.
»Me volví. Era [un hombre] pequeño y frágil. El sombrero de palma le cubría medio rostro. Sostenía con el brazo derecho un machete de campo, que brillaba con la luz de la luna.
—Alúmbrese la cara.
»Encendí [un fósforo] y me acerqué la llama al rostro. El resplandor me hizo entrecerrar los ojos. Él apartó mis párpados con mano firme... y me contempló intensamente....
—¿Ya te convenciste? No los tengo azules.
»...Tirándome de la manga, me ordenó:
—Arrodíllese.
»Me hinqué. Con una mano me [agarró] por los cabellos, echándome la cabeza hacia atrás. Se inclinó sobre mí, curioso y tenso, mientras el machete descendía lentamente hasta rozar mis párpados. Cerré los ojos.
—Ábralos bien —ordenó.
»Abrí los ojos. La llamita me quemaba las pestañas. Me soltó de improviso.
—Pues no son azules, señor. Dispense.
»Y desapareció.»1
A este impresionante cuento Octavio Paz le puso el inocente título «El ramo azul». Lo que más nos impresiona de la magistral narración del Premio Nobel mexicano es la naturalidad con que actúan el apenado maleante —¡como si fuera lo más normal del mundo el acto macabro que se propone cometer!— y su víctima, que pudiera ser cualquiera de nosotros.
Aunque para muchos sea igual de difícil concebirlo, de igual manera nos acecha Satanás, en la oscuridad de nuestros momentos más vulnerables. Lo hace con el fin de sacarnos los ojos espirituales, para que ya no pongamos la mira en Dios sino en las cosas perecederas de este mundo. Más vale que abramos bien los ojos. Así no seremos víctimas del capricho de aquel maleante que nos los quiere cerrar para siempre.